domingo, enero 14, 2024

EL XXXV, UN SIGLO CUALQUIERA



Jorge, poniéndose hacia atrás la gorra, echó mano de su pitillera y muy despacio sacó un cigarrillo. Lo encendió sin prisas y, apartándose tres pasos, contempló el telescopio que acababa de poner en estación. Cada día era más difícil intentar la puesta a punto de un telescopio; aunque fuera con la ayuda del “go-to” e inclusive con el buscador de las polares. Pero esta vez lo había conseguido sin mucho trabajo. En su planeta, ocurría un fenómeno extremo, que más que un movimiento de nutación, era un movimiento caprichoso de cambio de la dirección de su eje. Y el caso era que, debido a la división del satélite principal, a causa de una explosión originada por el choque de un gran meteorito, el planeta cambiaba la dirección de su eje dos veces cada tres días, con una variante en ascensión recta de casi dos grados. Y por tanto se hacía casi imposible poner en estación un telescopio para poder fotografiar el cielo, y contemplar como la galaxia a la cual pertenecía el sistema solar de donde era su planeta, iba cada vez agrupando en torno a su centro a todos los cuerpos celestes que albergaba, y que poco apoco iban siendo engullidos por un masivo agujero negro que conformaba el centro de la misma.

Jorge sabía que solo dispondría de un breve lapso de tiempo para poder hacer tres o cuatro fotos, y tirando el cigarrillo, se dispuso buscar una galaxia de su interés, que estaba cerca, pero fuera de los límites de la atracción del agujero negro de la suya. Le dio las coordenadas al pequeño ordenador del telescopio, y este, movido por el torque de un par de pequeños servomotores, automáticamente empezó la búsqueda del objeto. Se paró justamente en breves segundos, y un zumbido muy fino indico a Jorge que el aparato estaba en posición. Jorge, maniobrando hábilmente con un mando enfocó el telescopio hasta recibir una imagen nítida de la galaxia buscada en la pantalla de la consola. Entonces empezó a filmar una serie de pequeños video-plasmas, que una vez sumados le daría una perfecta imagen de la galaxia. No había podido hacer más de seis tomas, cuando el objeto empezó a salir del campo visual de la consola. El eje del planeta como cada tres días buscaba de nuevo su polo opuesto, y de esta manera solo entonces podría Jorge poner de nuevo en estación su telescopio e intentar nuevas fotografías.

Desconectó los aparatos, y siguiendo un protocolo propio de un profesional empezó a embalar todos y los cargo en el VIC, así se denominaba a los Vehículos Inteligentes Compactos, que además de no tener ruedas ya que circulaban por vías termodinámicas, su motor era de coltán iónico y se conducían simplemente con el pensamiento. Con solo decir nuestro destino, el VIC por si solo buscaba en sus memorias las vías menos concurridas y el camino más corto para satisfacer al pasajero y llevarlo prontamente a su destino. Eran la octava generación desde el invento del Vehículo Eléctrico Multifase, VEM; que a estas alturas ya había quedado obsoleto y solo se veía en los museos de Artes y Costumbres Antiguas. Jorge montándose en él, se colocó los cascos y pensó en su destino. Automáticamente el VIC, sin apenas ruido, solo un leve siseo, salió de su aparcamiento y en segundos volaba por una vía termodinámica que lo llevaría a su destino. Quedando al poco tiempo aparcado en la casa de Jorge, bueno decimos casa por eufemismo, porque aquello era de todo menos una casa al estilo de los siglos veinte. Era como una especie de hangar fusiforme, sin aparentes puertas ni ventanas, de un color gris perlado que hacía juego con el verde chillón de algunas plantas del jardín. Descargada la mercancía, Jorge “atravesó” la grisácea pared, y despareció. Solo quedo el huso, y el VIC aparcado junto a él. A medida que iba amaneciendo, y un trozo de la antigua luna del planeta se hacía dueño del cielo, la “casa” se iba tornando de un color naranja iridiscente, suave, como si fuera de plastilina. 

Pero veamos, entremos con Jorge en la “casa” y así sabremos como es una vivienda del siglo XXXV. Al atravesar la pared gris, de pronto se encontraba uno en un amplio espacio amueblado con gusto, pero de una manera rara. De momento la mesa era un óvalo de piedra negra que flotaba en el espacio; y las sillas unos pequeños cojines color amianto que igualmente flotaban alrededor de la mesa. La luz, aunque era difusa y no se sabia de donde provenía, porque no había lámparas, era la suficiente para ver perfectamente todo a nuestro alrededor. Pero, aparte de esto no había más. Solo esta especie de gran salón. Pero entonces nos dimos cuentas que la “casa” era psicomental. Esto es que cuando su dueño pensaba en comida, el salón se transformaba automáticamente en una gran cocina. Y cuando pensaba en lavarse, igualmente lo hacía un cuarto de baño, que albergaba una bañera tan grande como una pequeña piscinula, y cuya agua, ionizada, se manejaba a capricho por el bañista, con solo pensar si quería bañarse, o darse simplemente una buena ducha en veinte puntos de su cuerpo, más o menos. Nos encontramos a Jorge en la cocina maniobrando con un utensilio bastante raro. Era como un microondas del siglo XXI, pero que no hacía ruido. Ni tan siquiera un zumbido. Jorge abriendo el utensilio, depositó en él unas, como semillas; como pipas. . . Bueno eso parecían, pepitas de girasol, pero de varios colores. Pasados unos instantes, cuando abrió el aparato sacó de la una fuente en la que se veía un pollo perfectamente dorado, con una guarnición de verduras de muchos colores. Tocó las palmas e inmediatamente la negra mesa flotante apareció de la nada y Jorge colocó la fuente sobre ella. Luego dando una palmada sobre la pared frontera, un mueble del tamaño de un frigorífico salió de la misma, y Jorge tomo una botella llena de un líquido sonrosado y una copa. A continuación, se dispuso a comer con gran apetito.

Dejémoslo comiendo, y vamos nosotros a investigar por este mundo tan extraño, que otrora fuera un planeta corriente donde todo estaba previsto, y que un buen día se convirtiera en lo que ahora era: una masa homocinética que está expuesta a los tirones gravitatorios de los dos trozos de su luna partida por medio, a causa de un monstruoso meteorito venido desde más allá de los confines de su sistema planetario. No existía puerta alguna para salir de la extraña vivienda, huso, casa, habitáculo. . . o lo que fuera. Igualmente, una vez dentro no se podía hacer consideración alguna de sus medidas; ora parecía inmenso, ora era diminuto y pequeño como la cabina de un velero, ora tenía el aspecto de un cubículo para guardar chismes. Por fuera sucedía exactamente igual. No se tenía apreciación de su medida, pero en este caso era, como si su masa fluctuara en el espacio rodeado de un halo que enmascarara su verdadera dimensión; de tal manera que si te acercabas a ella la veías más grande, pero si la mirabas desde lejos, semejaba, unida a las demás viviendas, un campo de setas multicolores y raras, rodeado de verde, que hubiera pasado desapercibido a la vista de un extraño. Era lo que se llamaba, seguridad inteligente. O sea, una manera de protección comunal, que solo se tenía si el cerebro de la persona, estaba debidamente interconectado psicomentalmente con el núcleo inteligente que dirigía, llamémosle así, el barrio o condominio de husos-viviendas. Siendo imposible de todas las maneras acceder al interior de ninguna de ellas, y ni tan siquiera a su entorno más próximo. Fuera de esto, no había más. Ni monumentos, ni edificios públicos. Ni plazas, ni jardines, ni parques, ni escuelas. . .  Esto último a cualquiera que no perteneciera a esa comunidad le parecería extraño. ¿Cómo aprendían los niños de aquel pueblo los rudimentos de la enseñanza más básica? ¿Como seguían estudiando, de adolescentes, las disciplinas universitarias, que seguro serían necesarias en un mundo tan controvertido y extraño como aquel? Las preguntas tenían una fácil contestación: No había niños.

Perfectamente querido lector. Lo ha entendido perfectamente. Los niños no existían en aquel planeta. Y no es que naciera la gente por generación espontánea. No. Es que los oriundos de aquel mundo extraño, cuando venían al mundo, y válganos la redundancia, ya era adultos. Bien es verdad que todos tenían una edad indefinida; no se podía decir si veinticinco o treinta años, o tal vez cincuenta. O a lo mejor muchos menos. . . pero para ellos no había existido la niñez y mucho menos la pubertad. . .Y es que de la forma en que eran creados, esos dos estadios de la vida eran obsoletos de todas las maneras. Eso sí, la Inteligencia Artificial que los creaba, era ya casi la cuadragésima generación desde que se la empezó a crear, allá por el siglo XXI. Y ese tiempo pasado, había demostrado con creces, que la carencia de nacimientos y la solidez contrastada de las flamantes leyes eutanásicas del siglo, habían logrado, por fin, que el planeta tuviera una habitabilidad aceptable, ya que al ser controlados “nacimientos” y muertes, el planeta siempre disponía de comida y espacio para todos, al mantener un “numerus clausus” de habitantes.

Eso que tan incongruente hubiera parecido en los siglos XX y XXI, en el presente siglo era lo más normal. ¿Quién les hubiera dicho a los humanos que trasteaban con pequeños “robotijos” de juguete, que, andando el tiempo, eran ellos, los robots, quienes jugarían con sus vidas sin importarle el tan cacareado alfa y omega de las mismas? Pues así era, en quince siglos después, eran las máquinas, las llamadas otrora Inteligencia Artificial, las que dominaban a sus creadores. Por eso, aunque cada ser creado por la Inteligencia Artificial llevaba un contraste alfanumérico único e irrepetible, a muchos de ellos les gustaba ponerse un sobrenombre, como en el caso de Jorge, según habían leído interiormente en los almacenamientos de memoria de los implantes psico-mentales de sus cerebros. Y así, unos se llamaban Jorge, como nuestro hombre; otros Aarón o José; y aun otros que respondían al sonoro nombre Tarzán. Habrá notado el lector, que solo hemos dicho nombres masculinos. Pero el caso es, que después de la sangrienta, y por otro lado inútil, Guerra Mundial de Géneros, ocurrida a finales del siglo XXI, la Primera Inteligencia Artificial, decidió cortar de raíz otro posible enfrentamiento entre ambos sexos, y optó por, como ya no era necesaria la presencia femenina para la procreación, hacer que todos los seres venideros, tuvieran apariencia masculina, aunque estuvieran asexuados; quedando la figura femenina solo para ser contemplada en los cuadros de los museos virtuales o en las diferentes bibliotecas aurales que existían el planeta.(*)

Así que la masa retorcida que quedaba, de lo que antiguamente un preclaro astrónomo dio en llamar “Un punto azul pálido”, es, bueno, era, el tercer planeta del sistema solar, llamado Tierra. Y aquella Luna, que tantos y tantos poetas y poetisas hicieron figura clave de sus poesías amorosas, eran ahora, un par de trozos chamuscados y sin color que giraban cada uno a su libre albedrio, casi en el límite de las más elementales leyes de la física, y así hacían que, la masa homocinética, antes azul del planeta, cambiara de eje en un periodo tan corto que nada era predecible en su tiempo. Eso no había sabido intuirlo, ni tan remotamente, la tan “Inteligente” Inteligencia Artificial; y así en el siglo XXX, la vengativa Némesis, viniendo desde los confines más remotos del Universo, dio al traste con el proyecto eterno de un mundo feliz y sin carencias, sin disputas por petróleo o por terrenos, por kilómetros de costas o por gobiernos, y por lo tanto sin guerras que llevar a cabo, imaginado virtualmente entre los múltiples chips, circuitos sobre-integrados, y pastillas multifuncionales de memoria que componían su intrincado cerebro después de cuarenta generaciones auto creadas por sí misma. Y, sobre todo, la Máquina sabía, que una vez que la Galaxia, como Neptuno, había empezado a engullir a sus hijos a través de su propio Agujero Negro, que todo aquello, definitivamente, era el final. Y la Inteligencia lo sabía. Y por ello, sin más, decidió que todo volviera a su ser. Automáticamente se dispuso a fabricar seres de apariencia femenina, aparte de los masculinos; sexuando a cada cual tal como estaban en el siglo XXI, antes de la Gran Contienda de Géneros. Y cuando hubo “creado” los que sus circuitos dieron abasto, poco a poco, fue apagando sus leds y sus más profundos discos de memoria, quedando quieta e inerte. Mientras, a lo lejos se escuchaba, de nuevo, la risa cantarina de un niño.  

         

(*) Comprendemos perfectamente que habrá lectores y lectoras, que cuando esto lean, sentirán dentro de sí como un escándalo por lo leído; pero deben pensar que están leyendo una obra fantástica, que, igual en su día puede ser cierta, pero que por suerte quedan aún catorce siglos.        

 


                    LUNA LLENA, Mosaico realizado con AutoStich

martes, septiembre 06, 2022

JUPITER, Señor del Cielo


En este mes de septiembre que apenas ha nacido me voy a ocupar de Júpiter, el planeta-sol. O como dicen algunos, la estrella fallida o planeta de gas. Tiene un diámetro unas diez veces menor que el Sol y aproximadamente 1000 veces menos masa, aunque su densidad es similar a la del astro Rey. Si Júpiter hubiera tenido un poco de más masa, en su interior se podrían haber desencadenado las reacciones nucleares necesarias para una fusión, y en este caso, o no hubiera sido posible la vida en nuestro planeta, o tal vez hubiéramos disfrutado de un sistema doble de soles. Pero no fue así, al faltarle masa se quedó convertido en un gigantesco globo de gas que da una vuelta sobre sí mismo en el tiempo récord de 9 horas y cincuenta minutos, y como le ocurre al Sol, su giro es diferencial. Esto es que los polos giran a distinta velocidad que el ecuador del planeta, haciéndolo más rápido en este que en aquellos, lo que les provoca un achatamiento bastante apreciable. 

Visto al telescopio nos presenta unas bandas paralelas al ecuador, que, si a simple vista se ven en distintos tonos grises, en fotografías y videos destacan en ellas los colores rosas, ocres y amarillos, Y en particular es notable la llamada Gran Mancha Roja, una inmensa tormenta que está latente desde hace más de trescientos años, y que es tal, que dentro de su superficie aparente podrían tener cabida varias Tierras. Constatando su intenso campo magnético, se supone que posee un núcleo de silicatos férricos, inmerso en un inmenso mar de hidrogeno metálico líquido; después de este también se cree que existe una capa de hidrógeno metálico y helio; y después una atmósfera densísima de más de 1.000 kilómetros de espesor. 

Posee una gran cantidad de satélites, pero los más importantes son los llamados Astros Mediceos o Galileanos, en honor al hombre que los descubrió y vio por primera vez hace ahora 400 años: Galileo Galilei. Sus nombres: Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

Júpiter casi rivaliza con el Sol atrapando cometas debido a su gran atracción como antes he reseñado, siendo capaz por sí solo de hacer que algunos de ellos no lleguen a rodear el Sol ya que, como le ocurriera al Shoemaker-Levy 9 en el año 1994, caen sobre su gaseosa superficie.

En el mes de Septiembre, Júpiter se puede ver toda la noche en Piscis, donde está estacionario, poniéndose a primera hora de la madrugada. Su magnitud este mes es de -2.9. El día 26 Júpiter está en oposición, a unos 591 millones de kilómetros de distancia de nosotros; siendo observable durante toda la noche a lo largo del mes, mostrando el mayor brillo del año, -2.9.

Y como yo me permití en su día cobrarlo en zurrón de mi cámara y estando la veda del Gigante abierta,  nobles caballeros, apresten sus lanzas telescópicas y con sus adargas en forma de CCD o Webcams intenten dar caza a esta maravilla de nuestro sistema planetario y a su pequeño sistema de astros mediceos. La Justa ha comenzado.















miércoles, agosto 17, 2022



Y  ASÍ  FUÉ   
(Relato Fantástico)


El color del cielo se fue tornando de un violeta tenue  cuando el primer sol del planeta era engullido por el creciente horizonte. Casi sin transición, todos los aficionados a la astronomía fueron sacando sus telescopios electrónicos de rayos, para intentar descubrir a través de la sempiterna bruma que siempre entoldaba el cielo aquellos puntitos brillantes que sus ancestros habían bautizado con el poético nombre de estrellas. Ellos, sus antepasados, habían tenido la suerte y a la vez el horror de estar en la Gran Final. Habían visto como día a día la estrella roja se iba acercando a la Tierra de manera inexorable; con un movimiento continuo y sin pausa. Como si el planeta hubiera sido un tope de un fatídico péndulo de Foucault, la gran estrella de color fuego  amenazaba desde hacia varios siglos  con derribarlo y acabar con la vida en él depositada.

Hubo noticias contradictorias, libros de personajes que solo querían llenar sus arcas, avisos de catastrofistas pseudo astrónomos que veían cerca, muy cerca el final del Universo. Pero no fue así. Al principio cuando las televisiones de plasma retransmitían las múltiples inundaciones, las lluvias torrenciales, los incendios pavorosos, mezclados con el terrorismo que ejercía cierta parte de la sociedad terrena, nadie echaba cuenta, nadie se preocupaba, nadie veía un palmo más allá de sus narices. Sólo los “depredadores”de mentes, los asaltantes de ideas ajenas, los creadores de miedo, los que se lucraban a costa de los débiles de espíritu, sabían manejar las cuerdas para que la raza humana siguiera siendo un rebaño pacífico al que llevar al matadero. Todo era ambición. Dinero. Riqueza. Poder.

Antonio encendió el láser-guía de su flamante telescopio de plasma integrada, y se dispuso cómodamente a intentar, un día más, localizar a través de aquella especie de niebla londinense, “puré de guisante” que decían los antiguos habitantes de las desaparecidas Islas Británicas,  una mítica nebulosa  que antaño era la preferida de los astrónomos aficionados de todo el planeta: la llamada M-42 o nebulosa de Orión.  Según decían las crónicas terrestres era la reina del invierno en las regiones del norte del planeta. Llevaba solo media hora de observación, mirando una especie de filamentos más o menos brillantes que se reflejaban en la negra pantalla, cuando el cielo empezó a teñirse de un color rosa malva, y un astro doble empezó a subir horizonte arriba a una velocidad inusitada. Era la segunda estrella de Zeltoc, su segundo sol, cuyo día solo duraba setenta minutos. Antonio apagó el láser-guía del telescopio y se dispuso a  anotar en su cuaderno electrónico la crónica diaria de una observación visual rutinaria y sin resultado. Quedo mirando la doble estrella Miris que de una manera rauda iba a entrar muy pronto en contacto con el horizonte en busca de su ocaso,  haciendo que de nuevo el cielo fuera violeta tenue hasta que Arctos, su primer sol saliera en la mañana. La colonia volvería entonces a su cotidiana vida y los telescopios de rayos serian guardados hasta la primera noche del planeta. Después todos buscarían incansables un objeto, una constelación, una estrella, a través de la bruma siniestra y pesante, que le dijera como fue el cielo nocturno de la Tierra, de su amado planeta, antes de que fuera destruido por la tercera guerra mundial. 

 

Stephen Hawking llevó razón aquel 24 de septiembre del año ocho del segundo milenio cuando dijo: “El futuro está en el espacio”. Y ellos estaban allí. 


© Pepe Gómez Künni
















domingo, julio 03, 2022

LA  AVENTURA  DE  MARTE



Uno de los planetas más enigmáticos para el observador ciudadano, seguramente será Marte. Y el motivo no es otro que desde siempre (y cuando decimos  “desde siempre”, efectivamente eso queremos decir), desde que los primitivos griegos lo hicieran dios de la guerra y lo llamaran  Ares, e incluso le buscaran un antagonista:  Antares, o rival de Ares (alfa de Escorpión),  su color rojizo ha despertado curiosidad  en cualquier observador, aunque dicho observador fuera casual y no le interesara para nada el estudio de la Astronomía, sobre todo si ha podido contemplarlo en sus máximos  acercamientos a la Tierra.

Otro de los motivos, y esto ya es especulando con la fantasía humana, es la creencia de vida en su superficie. De hecho, cuando se han escrito novelas o relatos de posibles visitas de extraterrestres o alienígenas, casi siempre el mundo de procedencia de los mismos era Marte. Ha habido aventureros de ficción como Diego Valor, Flash Gordon, el Capitán Marvell y otros, que su lucha más principal era impedir que los marcianos, procedentes de un planeta en “decadencia” colonizaran la Tierra y nos convirtieran en sus esclavos, o en el peor de los casos nos exterminaran.  

¿Quién de nosotros no recuerda haber visto alguna vez una reproducción de la pintura rupestre del Gran Dios Marciano en el desierto de Kalahari?  E incluso todos recordamos como un programa de radio de H.G.Wells en los E.E.U.U., dio de cosecha a multitud de personas con traumas de ansiedad y miedo de por vida, e incluso otras se suicidaron, pensando que lo que trasmitía la radio en directo, era una realidad y los marcianos pronto tomarían la Casa Blanca. 

Seguramente muchos de los lectores que esto leyeren, conocerán la provincia de Huelva, amplia región que empieza al sur de Extremadura y muere en los brazos de la Mar Océana que decía el Almirante; pues bien, en un terreno de dicha provincia andaluza, en las orillas del Rio Tinto, la E.S.A y la N.A.S.A, las dos empresas culpables del gran y magnifico avance de la aventura espacial, tienen su “MARTE” particular. En un suelo inhóspito para la vida que normalmente se conoce en cualquier lugar de nuestro planeta, viven unas criaturas, que en sus distintas especies desarrollan su ciclo vital. Son los llamados EXTREMÓFILOS por la ciencia oficial. O sea, organismos vivos, que no necesitan los mismos aditamentos que nosotros para sobrevivir, que son capaces de desarrollarse en las ácidas orillas del río que debe su nombre a las minas de Tharsis y Riotinto, que también, mira por dónde, griegos y romanos empezaron a explotar allende los tiempos.




El Planeta Marte hace 14 años


miércoles, junio 29, 2022

  ECCOLA  QUA



Cerco l’estate  tutto l’anno  e  all’improvviso eccola qua. /  Lei é partita per le spiagge, e sono solo quassù in città” Eso es lo que decía el cantante Adriano Celentano en su famoso tema “Azzurro”, en el que contaba las desdichas de un estudiante que cuando regresa a su ciudad a pasar las vacaciones de verano  se encuentra con que su amada se ha ido a la playa a pasar el estío.


Y se queja en estos primeros versos: “Espero el verano todo el año y de improviso aquí ya está. / Ella ha marchado  hacia la playa y estoy solo en la ciudad”. Alegre y pegadizo tema del gran cantautor italiano Paolo Conte, y que por otra parte es casi un himno para nuestros vecinos europeos, ya que apenas  hay ocasión festiva en que no se cante, sobre todo al final de las celebraciones como pasa por ejemplo con nuestro “Asturias patria querida”. 


Igualmente se que muchos de los aficionados que esto leyeren han estado esperando todo un año lleno de mal tiempo, nieve, temporales, frío, nublados, túrbidos celajes de mala transparencia. . .etc. la venida de la estación,  en la que aunque mas turbulencia muestran los cielos, mas fácil es estar en contacto con ellos, y en  la que estorban los abrigos y las bufandas, y a los instrumentos no le hacen falta calentadores ni  antiestéticas mascaras antivaho: EL VERANO.


La estación “astronómica” por excelencia, sobre todo para los que empiezan a familiarizarse con los primeros rudimentos de esta ciencia, que ofrece sin tener que encontrarse en la posesión de ningún título, entretenimiento, diversión, y estudio a cualquier persona que a ella se llegue. En esta estación ayuda todo: el buen tiempo,  la estabilidad de la mayoría de las madrugadas pasadas al raso, el ambiente vacacional, la falta de obligación para el trabajo. . . y sobre todo, y aunque las noches del verano sean las de menos duración de todo el año, si son, por este motivo, las que con mas facilidad se pueden aguantar enteras a pie de telescopio, ordenador o carpeta de dibujo, sin desmayar desde el ocaso a la alborada.


Que ustedes las velen bien.




Amanecer de Verano





sábado, marzo 12, 2022

 

AL PRINCIPIO FUE LA FLOR

 

      Cuando el astrónomo aficionado a mediados de Marzo sube a la terraza para observar el cielo de su ciudad, en el aire nota un olor distinto; trae la brisa un aroma que hasta hace pocos días era poco menos que impensable. Además siente que inclusive le estorba la chaqueta; el ultimo tramo de subida a la terraza lo ha hecho sudar casi. Y el aire como hemos dicho está impregnado de un olor a  azahar, a jazmín, a lilas, a adelfas, a hortensias. . . según la ubicación de su observatorio ciudadano. Igualmente a sus oídos llegan sonidos lejanos que la brisa le trae y que vienen preñados de sones de cornetas y tambores y un fondo jaleoso y desacostumbrado, en el gélido invierno que empieza a morirse entre los amorosos brazos de la Primavera y que deposita sobre su tumba sus primeras flores de mirto y madreselva.

Pero cuando verdaderamente nota el cambio es cuando mira hacia el cenit color de terciopelo azul oscuro, y al buscar a Orión, El Cazador, se encuentra  con que  ambos Leones se disputan el espacio mas alto de su cielo, rodeados de la Osa Grande, que en esta época alcanza su posición mas alta; El Lince,  la Cabellera de Berenice y  el Cangrejo. Orión va dejando el campo a las constelaciones de Primavera, y aunque aún tendrá tiempo para verla unas cuantas jornadas mas, quizás en su ínterin se siente un año mas viejo. No hay duda que el Invierno es el genuino marcador de horas para la mayoría de los vivientes en nuestra querida Tierra. Con su muerte nos señala un nuevo comienzo de etapa; un montón de vida nueva se abre paso a borbotones  y empieza de nuevo la carrera  hacia otro invierno que en lontananza ya afila sus heladas armas.

Entonces, el astrónomo, mira hacia el este, y contempla como nuestra compañera la Luna, camino del Parasceve, empieza un mes mas a hacerse la dueña del polucionado cielo de su ciudad; siendo la única testigo que cada mes va repitiendo su andadura por el firmamento. Y así un mes, y otro. Un año, y otro. Un siglo, y otro. Hasta que Dios quiera. Vale.


Mosaico Lunar. Apilado con Autostich. Telescopio Maksutov-Cassegrain 127.Cámara Canon EOS 300

sábado, junio 22, 2013

Romancillo de la Luna niña

 Luna y nubes sobre Mairena del Aljarafe (Sevilla)

A comprase un algodón,
de esos que se hacen de azucar, 
a la feria de Sanlucar
niña Luna se marchó;
pero al llegar a Mairena
le salió al paso una nube 
de nubecillas suaves
de rosa color de amor,
y la niña, enamorada
de tan bonitos sabores,
dejo que sus grises labios
se tiñeran de colores,
que el sol con sus arreboles
les reglaba a las nubes
que algodoncitos de feria 
aparecian a su vista.
Y sin dudarlo un momento
niña Luna, ya cansada
de recorrer tanto cielo,
se quedó como apresada
en aquel túl mairenero,
quedando en el Aljarafe
sus recuerdos y mi anhelo. 
   







martes, junio 26, 2012

Volando hacia el sur


 La Luna, Jupiter  y cuatro agaviotas. Apulso desde Alvor, Algarve (Portugal)
Amanecer del 17 de Junio  a las 05:53 horas (local)

Cuando la Luna va cumpliendo dias hasta alcanzar su edad madura, su faz va cambiando poco a poco y recrea una vida intensa en miniatura. Cuando apenas es niña tiene solo tres dias y su adolescencia dura apenas la semana;  su juventud apenas otro tanto y ya mujer se muestra como un disco plateado y brillante.Cuando llega su ocaso va cumpliendo las horas como arena reseca de relojes antiguos y cuando tiene casi toda su vida le gusta ver como los pájaros van volando hacia el sur por debajo de Júpiter. Como mujer, la Luna siempre es bella. Aún en en su vejez  hay lozania.

miércoles, octubre 19, 2011

Hello, Goodbye

Amanecer en la Ruta de la Plata, por la provincia de Cáceres

Atardecer sobre el skyline de Madrid, desde la base de Torrejón de Ardoz

Estas dos fotografias de nuestra estrella, una diciendo hola y la otra diciendo adios, quiero que sirvan de paréntesis de este tiempo que he estado sin aparecer por las lineas informáticas de esta bitácora. Y no ha sido todo un tiempo de vacaciones, sino casi todo de trabajo y de preparación de proyectos para este nuevo curso que comienza apenas. Trabajos variopintos si se quiere, pero trabajos al fín. Unos musicales, como la preparación de un homenaje al rockero D. Silvio Fernandez Melgarejo (Silvio), y la participación en un grupo musical y en un coro de villancicos; otros literarios, como la terminación de un nuevo poemario y una pequeña obra de teatro de bolsillo; otros astronómicos, como la fotografia de Júpiter y Marte, uno casi en su oposición y otro muy al alcance ya nuestros objetivos, amén de la preparación de nuevos articulos de Astronomía Urbana. Siendo tambien algunos otros, los mas, de caracter teatral.
En este tiempo ha habido alegrías y penas, dichas y pesadumbres, pero el caso está en que estamos aquí de nuevo para seguir escribiendo en el aire lo que normalmente antes quedaba en el corazón.Si Dios así lo quiere.Vale.

sábado, junio 18, 2011

Y que viva la C.L.


Efectivamente. Ese título seria el mas adecuado para esta fotografía del eclipse de Luna que el pasado día 15 pudimos "ver".Y es que es tal la contaminación lumínica que hay en Sevilla, que el cielo se va tornando de un tono anaranjado oscuro, pasando del ya casi perdido azul oscuro, proveniente del negro de hace cincuenta años, a un incierto color que a veces y queriendo conservar los objetos fotografiados, ni el mismisimo programa de retoques, ya sea PS u otros cualesquiera, pueden arreglarlo.
Luz, Luz, mas Luz. . . . como decia aquel anuncio de lámparas electricas de hace ya mucho tiempo. Luz , tirad mas luz, contaminad, que ya ni los pájaros sepan cuando es de día o de noche. Luz, gastad mas luz inutilmente, que en las ciudades se paga con dinero público. Y ya sabemos que ese es de todos. ¿Cuando por fín, un día no muy lejano, a alguien se le ocurrirá poner en marcha la flamante y virgen, por ahora, Ley de contaminación ambiental y lunínica?
Esperemos que cuando se le ocurra, ya no sea demasiado tarde.

miércoles, junio 08, 2011


No es nada facil ver, sobre todo en un cielo tan contaminado luminicamente como el que disfrutamos en Sevilla, a este cendal maravilloso que según Herschel se le aparecia en el espejo metálico de su gran telescopio como si se tratara de un jirón de niebla que se hubiera prendido de improviso en un instante y que iluminaba un trozo de oscuro cielo, donde semejaba una presea de brillantes y vivos colores. Es más: A través de los telescopios de aficionado que la mayoría tenemos, este maravilloso objeto practicamente carece de color, atisbandose solamente un ligero tono verdoso, no siendo sino hasta que lo fotografiamos cuando verdaderamente lo apreciamos en toda su magnificencia.
Quizás sea uno de los objetos que mas nos maravilla en su contemplación. Imagino que cuando el señor Messier le hechó el ojo, ademas de bautizarlo como M-42 en su ya larga lista de objetos no deseados para la busqueda de cometas, seguramente en su interín sentiria un remordimiento de no poder obviar el tachar a este nido de nuevas estrellas de su catálogo de objetos no deseados.
En la estación que tenemos ahora, y desde nuestras latitudes, esta joya es invisible a nuestra vista; pero andando el tiempo, cuando Otoño entregue el testigo a la estación de las nieves, de nuevo el cielo se adornara con esta niebla eterea, paridora de estrellas.
Ahora disfrutemos de las otras maravillas que nos tiene reservadas el cielo de verano que practicamente se nos cae encima, y descansemos un poco de la labor diaria con unas merecidas vacaciones.Vale.

jueves, marzo 10, 2011

Aparecí de nuevo



Como se observa en las dos fotografías que anteceden, la primera de José Antonio Soldevilla, y la segunda de Nicolás Fontanillas Lopez, una de las bandas del gigantesco Júpiter desaparece y aparece al cabo de un tiempo. En mi caso, y por motivos que no vienen al caso, he estado "desaparecido" un par de meses de estas páginas virtuales, cada vez mas reales en el tiempo que nos ha tocado vivir, y he tenido abandonado mi contacto habitual con todos ustedes mas tiempo del que quisiera. Así como también mi visita al polucionado cielo del que disfruto a través de esas mini-máquinas del tiempo que son mis telescopios.
No obstante, y gracias a los foros, a los que sin tener que escribir concurro, he seguido todos y cada uno de los eventos que han sucedido dentro de esta disciplina tan gratificante que es la Astronomía de aficionados. Y ya que tengo las dos fotografías, con y sin, comentaré que este hecho, la desaparición de las bandas, es usual, y que se suele producir cada 11 años, y no es que desaparezca, sino que se vuelve mas blanca debido a la "inyección" de corrientes de amoniaco desde la superficie, que al condersarse en las alturas en forma de hielo de amoniaco, tapan su color oscuro normal y que en el trascurso de uno a tres años se vuelve a oscurecer poco a poco.
Espero no "desaparecer" durante tanto tiempo como esta Banda Ecuatorial Sur del gigantesco plantea y poder estar aquí por lo menos una vez al mes.Vale.

domingo, diciembre 12, 2010

Paz en la Tierra


Perseida en el asterismo de La Percha o cúmulo de Brochi. Autor: Pedro Morales, Sevilla.

Cuando se mira al cielo nocturno en la mitad de una noche sin luna, a mediados de Diciembre y en plena Sierra Norte de Huelva, aunque uno sea un hombre de ciudad, criatura acostumbrada a los destellos de múltiples semáforos, anuncios luminosos, luces decorativas, barahúnda de ruidos, gritos y desplantes mas o menos abroncados, bocinas de coches incívicos a las cuatro de la mañana, botellonas aún mas incívicas, jaleo indiscriminado. . . En fin polución medioambiental en su mas alto grado. . . A uno se le ensancha el pecho, y con los ojos llenos de estrellas, y con esa magnificencia de alma que da el saberse, pequeñito, pequeñito. . . Entiende de golpe todo el milagro de la creación.
No hacen falta libros voluminosos, ni farragosas formulas empíricas, ni teorías enrevesadas, ni un devanar de sesos en pensamientos inútiles. . . Solo basta mirar al cielo y acordarse de aquella antigua frase que por estas fechas un ángel que bajo del cielo puso en la boca y el ánimo de todos los mortales: "Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad".

Eso es lo que yo deseo a todos los que esto leyeren. Con todo mi corazón y con toda mi alma.

martes, octubre 19, 2010

Y Por Fín el Otoño


Cuando estas noches de Otoño al filo de la madrugada el astrónomo urbanita se asome a su azotea, mucho antes de ver el cielo sabe con que se va a encontrar. Octubre es un mes que le reserva una especie de batiburrillo de objetos variados, como si de un “todo a cien” se tratara. En el cenit, las constelaciones propias de la estación otoñal dibujan sus figuras sobre el cielo azul marino desvaído de su polucionada ciudad. El alado Pegaso sobre cuyo lomo cual lady Godiva, Andrómeda muestra todos sus secretos, ocupa el centro de la escena rodeado por Casiopea, Perseo, El Triángulo, Aries, Drago y las Osas al Norte; Auriga, el Toro, y un naciente Orión perseguido por Los Gemelos por el Este, y al Oeste y Sur las constelaciones del verano que prácticamente se ponen a esa hora, y se despiden hasta el año que viene.

Los días, como decían nuestras abuelas, decrecen “la patita de una gallina”, que poco a poco se suma a la noche que cada vez es mas larga. En la ciudad, el conocedor sabe apreciar estos momentos, y es por varias causas, entre otras la largura de las sombras nocturnas, y la estabilidad del ambiente. Téngase en cuenta que prácticamente los aparatos de aire acondicionado apenas si funcionan, y las calefacciones casi nada, por tanto la turbulencia ciudadana es mínima. Si a eso añadimos que las temperaturas son bastante suaves, la observación urbana está totalmente garantizada. Sólo una cosa debería poder solucionarse, y seguramente se solucionará con el tiempo: que la luz que desperdiciamos y tiramos a la atmósfera desde nuestras muy bien alumbradas ciudades, y que tanto dinero nos cuesta a todos, pudiera ser reconducida y bien empleada, cual manantial de agua vivificadora para nuestra afición. Todo se andará y seguramente algún día no muy lejano las autoridades responsables harán unas leyes capaces para ello.

Mientras tanto, y aprovechando que comienza un nuevo curso despues de las merecidas vacaciones, podremos aprovechar las noches que nos depara este otoño cuasi primaveral haciendo fotos como la que antecede, la de la estrella doble Almach, ya que para ello aún no hay cintaminación luminica que los impida. A Dios gracias.



lunes, julio 05, 2010

Gracias

José Antonio Pleguezuelo, Vicepresidente de la Federación de Asociaciones Astronómicas "Cielo de Comellas", en un momento de su disertación

De bien nacidos es ser agradecidos. Así reza el sabio refranero español que desde tiempo inmemorial es quizás el mejor libro de cabecera del pueblo llano. Así lo aprendi de mis padres y así me lo enseñaron mis abuelos; por ello quiero desde este blog, que es el vuestro, dar las gracias a todos los que habeis participado en la octava plantada de telescopios Urbanita 2010 que se viene celebrando cada año en las instalaciones deportivas del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla: Asociación "Cielo de Guadaira", Asociación Astronomica de Sevilla y Asociación Astronómica "Inb-Firnás" (enmarcadas todas ellas dentro de la Federación de Asociaciones Astronómicas "Cielo de Comellas"), y la Asociación Astronómica "Albireo". Amén de la cantidad de personas que de otros grupos como el Grupo Literario San Fernando de Sevilla, o del Curso de Astronomia del Distrito Sur, tan bien llevado por D. Nicolás Fontanillas, el Curso de Astronomía de la Federación, y una gran multitud de personas del Círculo.
De todos los asistentes me quedan los recuerdos de la expresión de sorpresa de ver por primera vez Saturno a traves del telescopio, contemplar y comprender la doble-doble de Lira o llenarse los ojos de estrellas con el Joyero de Escorpio, NGC 6231. Pero además me queda el imborrable recuerdo de la amistad y el cariño que a traves de los inciertos cristales y espejos que conforman esa máquina del tiempo que es el telescopio, estuvieron flotando en el aire durante la cinco cortas horas que duró la plantada. Y es que como bien dice Don José Luis Comellas: "La Astronomía hace buena gente".

Por todo ello, gracias amigos. Muchas gracias.

En este link están las fotos que hizo Jesús.

http://picasaweb.google.es/jesuspepa/PlantadaUrbanita2010ConPepeGomez#




domingo, junio 13, 2010

Hasta el cuarenta de Mayo


Exactamente eso: hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Este viejo refrán castellano nos viene a demostrar que el tiempo es imprevisible; y cuando digo tiempo me refiero a su estado y no a su duración, que es exacta e inexorable en su cumplimiento. ¿Se han fijado cuantas equis en tan pocas palabras? Empate a lo mejor, pero este refrán me ha valido para alargar un poco mas el mes de las flores, en el que no habia cumplido con mi blogs, y de paso poner este comentario en él.
Urano, el planeta que descubrió el astrónomo organista a tan solo 26 escasos minutos de distancia aparente del gigante Júpiter. Vamos una conjunción en toda regla, que por suerte he podido registrar a pesar de las nubes que en estos días se adueñan del cielo de Sevilla.
En estos momentos, ya también hay visible otro espectáculo que en cuanto pueda intentaré pintar o fotografiar: el paso del cometa McNaugth por nuestros cielos boreales. Esperemos que apartir del cuarenta y tantos el tiempo se serene y haga lo que nos tiene acostumbrados por estas latitudes. CALOR.

lunes, abril 05, 2010

En el mismo sitio. . .

Venus y Mercurio, 02 de Abril de 2010


Venus y Mercurio, 01 de Julio de 2004

Así, así dice el estribillo de la sevillana: "En el mismo sitio, y a la misma hora estabas hablando con otra persona". No es este el caso precisamente, ya que de personas no se trata, pero habida cuenta que día a día los voy mirando y estudiando, viendo sus posiciones, fotografiandolos, y escribiendo sobre ellos, quizás en mi magín, como le pasaba en su desvario al Ingenioso, los considero como tales.
Ellos, los planetas, son como relojes que miden el tiempo que gastamos poco a poco; como clepsidras gigantescas que agostaran el azul del cielo en vez de agua; habiles manejadores de guadañas que peinan poco a poco los segundos y escriben la historia. Están ahí desde el principo del sistema.Con sus idas y venidas como muchachos y muchachas en el paseo de un pueblo: ahora mas lejos, ahora mas cerca; ahora te miro, ahora te ignoro; ahora te amo, mañana te detesto. . . Pero estan.
Entre las dos fotografias hay una distancia de casi cinco años. La mas moderna está hecha con una Canon 350 digital, y la mas antigua con una vieja Pentax Sv (salen los flecos de la cortinilla) y película de 100 ISO. Esta el dia 01 de Julio de 2004, y aquella el pasado día 2 de Abríl. Se han ido separando: de 0º 55minutos 15 segundo de entonces, a los 3º 4 minutos 35 segundos de ahora. ¿Veleidades amorosas? Ya nos lo contaran los testigos.
El mismo sitio, la misma hora,. . .
Casi cinco años. . . Y cada vez que me asomo a mi observatorio parece que voy a ver, como hace cuarenta, la huerta y los campos de trigo y algodón que conformaban lo que es hoy la iluminada isla de La Cartuja, y aquellos cielos a los que solo robaban un poco de negrura las llamas de la quema de los rastrojos que los labradores hacian en Agosto.



jueves, febrero 18, 2010

Vesta y no visto


Efectivamente, Vesta, el asteroide, se nos ha acercado un poco mas esta vez, a tan solo 1,41 Unidades astronómicas y con una magnitud de 5,8, muy proximo visualmente a la estrella Algieba del León.
Estos datos dichos así friamente, son efectivos, pero carecen de afectividad. Sin embargo, ilustrados con la magnífica fotografía de nuestros amigos los astrónomos aficionados urbanitas Pepa y Jesús, la cual respira estreno y entusiasmo por los cuatro costados, toma un cariz de familiaridad y afecto.
Valgan estas mis torpes palabras para felicitar a estos dos buenos amigos, y desde estas páginas virtuales, pero efectivas y afectivas, desearles muchas noches de felicidad y satisfacciones. Un abrazo.
Ah! Y gracias por crear cielo.

miércoles, febrero 10, 2010

Creando cielo


Pepe Gómez. Las Hiadas en Tauro. Canon 350 D. Observatorio de Santa Bárbara (Sevilla, centro)


Pedro Morales, Marte en el Pesebre. Cámara Olympus 510. Observatorio de Camas (Sevilla)


Crear cielo.
Eso es lo único que nos queda a los que a trancas y barrancas intentamos ver y retaratar nuestro recuerdo.
Cuando cada noche, bien desde nuestra terraza o desde nuestro balcón ciudadano, echamos la vista arriba y en vez de encontrar aquella maravilla de cielo de nuestra niñez encontramos una especie de amalgama de polvo, luz y polución, con esa neblina que sale de las calefacciones en invierno, o esa "calima postiza" que generan los aires acondicionados en verano, en vez de caersenos los palos del sombrajo, como vulgarmente se dice, nos disponemos a usar de toda nuestra artilleria, pesada o debil, para que en los chips electrónicos de nuestras cámaras, queden apresados los fotones que desde mas cerca o mas lejos, algunos son de antes de la creación de nuestro planeta, libran batalla cada dia con la luz inveterada que desperdiciamos en el mismo.
Y parece como si fuera mágia: Un tiempo de exposición, un retoque de informática, unos kilos de paciencia, algo de tranquilidad y un buen espolvoreado de entusiasmo. . . y voilá: Nuestro cielo de antaño nos visita de nuevo.
!Ah! Y encima tenemos entretenimiento asegurado.
No, si despues de todo tendremos que dar gracias a quienes mantienen la polución lumínica.
En fín, como dice el adagio: Mas "alante" hay mas, y eso estamos.

miércoles, enero 27, 2010

A pesar de tí




El titulo que lleva este post es quizás uno de los mas convenientes, o quizás debiera ser, uno de los mas incovenientes para el mismo. ¿Cuantas veces hemos pensado de que manera tan atroz y arbritraria se escapan nuestros queridos euros de nuestros sufridos bolsillos en forma de fotones de luz artificial mal empleados, por el desconocimiento, o tal vez la desidia de quienes tendrian que ser los que impidieran dicha fuga? Se habla constantemente de energias renobables, de energias nuevas, puras, inmaculadas en su nacimiento y proceso: No al tabaco.No al motor de gasolina.Mucho menos al de gasoil.No a la polución del tipo que sea. . . ¿Del tipo que sea. . .?
La fotografía que ilustra este post, es casi como un grito de desesperación que un cielo contaminado ya en demasia ha dejado ver en las manos de mis amigos Pepa y Jesús del Observatorio Urbano Guadalquivir, que lo han podido atrapar en los pixeles de su cámara digital.
Aunque parezca mentira , nadando casi ahogados entre la iluminada antena de televisión, y las paredes de las azoteas profusamente iluminadas tambien, unos puntitos nos muestran, como decia Carl Sagan, cuan grande es el Universo visto desde este punto azul pálido.
A pesar de ti, polución inveterada; a pesar de tí, casi querida amiga, enemiga mia, aún podemos ver el cielo y las timidas estrellas.
¿Y mañana?

lunes, enero 11, 2010

El Marte que viene

Marte el 9 de Enero de 2010 con un refractor de 130 mm. Fidel Castro, Sevilla


Marte camino de la oposición. Mewlón 210. Nicolás Fontanillas, Sevilla


Si nos proponemos un estudio serio de Marte, es necesario equiparnos también seriamente. Esto se logra contando, bien con revistas especializadas para verificar datos, bien con libros sobre el planeta, o a lo mejor, y casi seguro que muchos lo harán así, bucear en Internet; sobre todo en las páginas que hay sobre planetaria. Yo, que ya observé Marte en sus anteriores oposiciones, lo que hago es lo siguiente: Todos los días a la misma hora dibujo el aspecto del planeta lo mejor posible; haciendo si hace falta más de un dibujo, para después “sumarlos” como hace Astroart o Registax, y luego, comparo los dibujos con el planisferio de Marte (el que publican las revistas especializadas como AstronomíA) o lo hago con las fotografías multimedia de un programa informático (Starry Night). En los años 2003 y 2005, para mí fue un gran gozo el ver que mis dibujos, más buenos o más malos, se parecían bastante a lo que el planeta mostraba en las fotografías en apariencia en el momento y hora de efectuarlos. De esta manera pude ponerles nombre a todos los accidentes de Marte, y pude sacar partido al uso de los diferentes filtros que utilicé para ello. Espero que con esta lectura muchos aficionados sientan la llamada de los lápices y carboncillos, y aunque también cojan las cámaras, comprueben como les he dicho antes, cuan interesante y relajante es plasmar el cielo a la antigua usanza. En la última oposición 2007-08, he participado con mis tomas de Marte con webcam, en la página japonesa de CMOS, hecho este muy gratificante para mí, ya que he podido comparar los resultados obtenidos con otros astrónomos de todo el mundo, y ver que se puede hacer con diferente instrumental. La composición de Nicolás Fontanillas, da una idea de cómo el planeta a la vez que se acerca a su oposición, se va haciendo cada día mas grande. La foto de Marte solo, efectuada por el aficionado sevillano Fidel Castro es del día 9 pasado, y como se ve, Marte ya está grandecito y muy cerca de su oposición de este año el próximo día 29. Así que como se dice en el argot taurino “ Vista, suerte y a . . . .MARTE