Saturno y sus hijos


Don Francisco de Goya supo interpretar de una manera mágica el sentir del célebre adaggio: "Tempus Fugit". El tiempo vuela, corre, pasa, se pierde, se evapora como la niebla al contacto de los primeros rayos de la aurora. . . En una sala del Museo del Prado, Cronos, dios del tiempo en la antigua Grecia, el Saturno de los romanos, devora a sus hijos en un cuadro de crudeza realista debido a los pinceles del gran pintor.
Y los devora porque no quiere que ellos le arrebaten su poder en la Tierra, gobernada por los Titanes. Este mito del tiempo está claramente representado: el hambre que nunca es saciada para que no se le acabe el poder sobre la humanidad.
En el cuadro de Goya se confunden vida y muerte, alfa y omega, principio y fín.Que no es otra cosa en suma que el mantenimiento de la vida.
Este año y los venideros estamos asistiendo en la realidad aun cuadro que podemos ver cada noche a través del ocular del telescopio: Como de nuevo, como en la antigua Grecia, el dios Cronos (Saturno) se engulle a sus hijos. Efectivamente, en apariencia los anillos mágicos del dios van desapareciendo, y pierden su redondeada forma para transformarse en un sutil linea que el año que viene será casi imperceptible. Después, poco a poco empezaran a aparecer y Saturno volverá a engullirlos. Y así una y ora vez, siempre.
Cada vez va siendo mas difícil conseguir imágenes como las que anteceden a lo escrito, y el astrónomo aficionado puede hacerlo gracias a las nuevas tecnologías a su alcance. Pero ¿Nos podríamos imaginar que hubiera anotado en su cuaderno de campo Galileo Galilei, cuando anotó a Saturno como una "oliva" y también como tres "bolas muy pegadas", si lo hubiera observado en un momento como los que se aproximan? Igual hubiera dicho que era el gemelo de Júpiter pero sin satélites. Quien lo sabe.
Lo interesante es que si el tiempo pasa inexorable, seamos capaces de ser sus buenos testigos.Ya que tenemos los medios para ello.
Después todo, solo será eternidad.
Y los devora porque no quiere que ellos le arrebaten su poder en la Tierra, gobernada por los Titanes. Este mito del tiempo está claramente representado: el hambre que nunca es saciada para que no se le acabe el poder sobre la humanidad.
En el cuadro de Goya se confunden vida y muerte, alfa y omega, principio y fín.Que no es otra cosa en suma que el mantenimiento de la vida.
Este año y los venideros estamos asistiendo en la realidad aun cuadro que podemos ver cada noche a través del ocular del telescopio: Como de nuevo, como en la antigua Grecia, el dios Cronos (Saturno) se engulle a sus hijos. Efectivamente, en apariencia los anillos mágicos del dios van desapareciendo, y pierden su redondeada forma para transformarse en un sutil linea que el año que viene será casi imperceptible. Después, poco a poco empezaran a aparecer y Saturno volverá a engullirlos. Y así una y ora vez, siempre.
Cada vez va siendo mas difícil conseguir imágenes como las que anteceden a lo escrito, y el astrónomo aficionado puede hacerlo gracias a las nuevas tecnologías a su alcance. Pero ¿Nos podríamos imaginar que hubiera anotado en su cuaderno de campo Galileo Galilei, cuando anotó a Saturno como una "oliva" y también como tres "bolas muy pegadas", si lo hubiera observado en un momento como los que se aproximan? Igual hubiera dicho que era el gemelo de Júpiter pero sin satélites. Quien lo sabe.
Lo interesante es que si el tiempo pasa inexorable, seamos capaces de ser sus buenos testigos.Ya que tenemos los medios para ello.
Después todo, solo será eternidad.