Otra vez la Luna
La Luna siempre fué para mí el misterio inalcanzable que cada día de su ciclo se ofrece a la vista del pecador, como a Tántalo los manjares y no puede ser alcanzada. Ignota y cercana a la vez, auguradora de males o bienes, según convenga; misteriosa y bruja, niña o mujer según los cantes, o roja o blanca, etérea o nívea; o vaporosa y coqueta que se oculta en la niebla tapando a medias su desnudez milenaria.
Cuando era pequeño, intentaba verla a través del objetivo de una maquinita de cine de juguete, en las noches mas ardorosas de Agosto. Después fueron unos prismáticos de 20 x 50 y ahora, por fin, la he hecho mía enredándola entre los pixeles de una pequeña toucam.
Vivir para ver.
Aunque tengo la juventud quebrada, aún me siento tan joven como cuando era un niño en aquellas larguísimas noches de Agosto, cuando escruto su cuerpo, a escondidas, a través del ocular del telescopio.
Cuando era pequeño, intentaba verla a través del objetivo de una maquinita de cine de juguete, en las noches mas ardorosas de Agosto. Después fueron unos prismáticos de 20 x 50 y ahora, por fin, la he hecho mía enredándola entre los pixeles de una pequeña toucam.
Vivir para ver.
Aunque tengo la juventud quebrada, aún me siento tan joven como cuando era un niño en aquellas larguísimas noches de Agosto, cuando escruto su cuerpo, a escondidas, a través del ocular del telescopio.
4 Comments:
Pues mira que bien te ha quedado. ¡Enhorabuena, Pepe!
Yo no sé que me gusta más, la Luna esta muy bien pero... el texto está lleno de sentimientos que nos hace cómplices del embrujo que nos pruduce nuestra compañera de viaje.
Un saludo para Paco también.
Astronomia!!
Muy bueno...
:)
Vaya foto. Da un poco de miedo.
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