"Aquí, Base Clavius. Contesten. . ."
El cráter Clavius y alrededores. Fotografía de Webcam con 102 mm R HD + Barlow x2Observatorio Ciudadano de Sta. Bárbara, Sevilla (España)
Dentro de solo un año se cumplirán cuarenta de que viera la luz una de las obras que mas me hizo soñar entonces con el viaje a otros mundos, y sobre todo con el viaje a reencontrarse con el principio de la humanidad.Con la esencia pura del ser humano que cada uno somos.
La obra se llamaba " 2001, Una Odisea Espacial", y su autor Arthur C. Clarke, secundado por el cineasta Stanley Kubrick, supieron hacer que aquel relato de ciencia-ficción cobrara tintes de realidad. O al menos así se lo pareció a muchas personas, que incluso hoy, cada vez que miran a la Luna, esperan que su Telediario local anuncie que se ha detectado una anomalía magnética en el fondo de cualquier cráter. Bien sea Tycho, o por ejemplo Clavius, Porter o Blancanus.
Para mí, hace cuarenta años era impensable que un día, y gracias a los avances tecnológicos, fuera capaz de sacar "retratos" lunares como si hiciera fotografía doméstica. Por eso, hoy, desde el recuerdo de la lectura del libro y la visión de la película (tan dispares), quiero agradecerles a ambos, a Clarke, que aún está entre nosotros, y a Kubrick, que seguramente estará donde Bowman, allende de Japeto, la ayuda e incentivo hacia esta maravillosa afición que tanto quiero, y que gracias a Dios aún me hace soñar cada día.
La obra se llamaba " 2001, Una Odisea Espacial", y su autor Arthur C. Clarke, secundado por el cineasta Stanley Kubrick, supieron hacer que aquel relato de ciencia-ficción cobrara tintes de realidad. O al menos así se lo pareció a muchas personas, que incluso hoy, cada vez que miran a la Luna, esperan que su Telediario local anuncie que se ha detectado una anomalía magnética en el fondo de cualquier cráter. Bien sea Tycho, o por ejemplo Clavius, Porter o Blancanus.
Para mí, hace cuarenta años era impensable que un día, y gracias a los avances tecnológicos, fuera capaz de sacar "retratos" lunares como si hiciera fotografía doméstica. Por eso, hoy, desde el recuerdo de la lectura del libro y la visión de la película (tan dispares), quiero agradecerles a ambos, a Clarke, que aún está entre nosotros, y a Kubrick, que seguramente estará donde Bowman, allende de Japeto, la ayuda e incentivo hacia esta maravillosa afición que tanto quiero, y que gracias a Dios aún me hace soñar cada día.
posted by Pepe Gómez @ 4:37 p. m.
2 comments
2 Comments:
Amén.
Una obra que nos ha hecho soñar a más de uno, y que siempre dará que pensar cuando se visione.
Siempre me atrajo esa imagen del niño no nacido aún, mirando la Tierra. Un amigo me comentaba: 'Cuando Clarke escribió esto, le sonó la flauta' y la verdad que pienso que sí. He buscado en la obra de Clarke, y no he encontrado nada que me pueda hacer superar lo que sentí leyendo y viendo. Soñando con Japeto en el libro o con Europa en la película.
Es una obra maestra, que hoy , pasado el año 2001, seguimos viendo como el futuro que muchos queremos.
Enhorabuena por el blog. Me gusta. Alfonso.
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