Cuando la tarde. . .
Atardecer en Sevilla (Canon EOS 300 Fuji Superia 100 ISO)
Cuando la tarde se adelgaza
y se vuelve tenue,
carismática casi.
Con el aire empolvado,
cristalino, sin voz y sin aliento.
Cuando la tarde busca los violetas
y se va muriendo
poquito a poquito;
muy poco a poco, y pierde
el cromatismo cotidiano.
Cuando la tarde
se va tornando de un negro
de azabache, siento frio,
y miedo,
y mis recuerdos se amontonan
intentando salir.
Luego, cuando te miro
junto a mí,
todo se tranquiliza.
Y afuera es domingo.
Y llueve.
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