jueves, junio 19, 2008

Entre las brumas



El astrónomo urbanita sabe, como cazador avezado, que según los años y el tiempo hay mejores y peores temporadas de planetas. Todo gira, y nunca mejor dicho, en torno a la posición de nuestro planeta azul respecto a su estrella madre. De manera que la eclíptica, al estar ora mas baja, ora mas alta, nos deja ver mejor o peor a los compañeros planetarios que por ella circulan.


Este año, para desgracia de los aguardadores, los planetas fotografiables: Marte, Saturno, y sobre todo Júpiter, apenas se han despegado del horizonte, y por ende de la turbulencia y brumas que genera la atmósfera terrestre a tan baja altura, donde además de tener una capa mas gruesa de atravesar que si fuera en el cenit, el calor producido por la contaminación lumínica y química de la ciudad crea una imagen altamente inestable tanto en visual como en las pantalla de los ordenadores.


Muy a pesar de todos los problemas, dejo arriba de lo escrito el retrato de familia del gigante Júpiter rodeado por tres de sus hijos. Si bien tengo que decir en honor a la verdad, que dicha imagen no hubiera sido posible sin la valiosa ayuda de las técnicas informáticas.


Hace treinta y tantos años, muchas noches que he mirado al cielo con mis antiguos prismáticos Super Zenith de 20x50, en mi ínterin pensaba lo maravilloso que sería tener entre las manos las perlas que conformaban el collar de Júpiter, o los anillos que exhibía Saturno. Cumplido mi deseo hoy me siento feliz. Aunque tenga que habérselas robado a la brumas del río y a la feroz contaminación que nos rodea.